miércoles, 3 de diciembre de 2008

Lluvia


Y ahora que llueve y ya no siento la lluvia. Ahora que pongo atención pero apenas oigo... o quizá no escuche. No es lo mismo, no. Hablo y no sé qué digo... Podría gritar y nadie escucharía.
Siento nostalgia de algo que me hizo daño y tengo ganas de vivir algo que no sé si será cierto.
Quiero que pase el tiempo para que llegue el día en el que viva una vida, no sé si mejor o peor, pero una vida en la que elija mis propios errores, y me sienta orgullosa de haberlos elegido yo. No digo que los cometidos hasta ahora no los haya elegido yo, pero hay muchas cosas que me he dejado sin decir o hacer.
Pero siempre queda tiempo, que la vida es corta pero ancha.
Y siempre sonriendo a la lluvia, tan impasible ante el tiempo, siempre igual... la envidio, no está sujeta a leyes de monotonía, a valores morales, a cambios de humor, a falsedades, a mentiras, a sentimientos estúpidos... la lluvia no muere, no nace, no siente... es imperdurable, invulnerable ante las inclemencias de la vida.
Pasarán siglos, seguirá lloviendo. Llegará el dia en que se culmine nuestra autodestrucción, y de fondo, lloverá.

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