domingo, 23 de noviembre de 2008

Nadie sabe lo que tiene hasta que no lo pierde. Estas tan acostumbrado a tenerlo que hay veces que hasta te incomoda, y piensas que estarías mejor sin ello.

Lo que daría mucha gente por librarse del típico hermano jodón y cansino que se mete en tu habitación y te registra o te descoloca los libros o coge tus discos sin permiso.

Pero no le echarías de menos en Navidad? en su cumpleaños? tener a alguien con esa confianza para tan pronto odiarle como abrazarle?

Yo no es que eche de menos que me interrumpan cuando hablo por telefono, que me quiten el mando de la tele, que nos peleemos (todas estas cosas las imagino por lo que me han contado mis amigos que tienen hermanos)

No echo de menos esas cosas, echo de más la soledad.

Quizá no sepa de lo que hablo y de nuevo esto sea una entrada sin sentido, pero eso no sería algo novedoso.

Un consejo, que se me acaba de ocurrir... para quien lea esto, que supongo será muy poca gente (hace bien la gente en no gastar su tiempo en esto):

Cuando surja algo, en lo que no hay nada que perder, no penseis en el por qué? si no en el por qué no?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Margot, siempre me alucina las cosas que escribes.. eres tan joven... yo digo porque no y me llaman obsesionada, pero amo sin remedio, no hay solución posible, no hay camino de vuelta... dame lo que sea pero ayúdame a olvidar, es eso posible?. Ya te lo cuento un día de estos, entre tanto un beso uno grande, uno que te ayude a olvidar y a mi. Gracias por tus palabras.

JoSe dijo...

margotiussssssss yo siempre te leo y es la ostia las cosicas que se te vienen asi de repente a la cabeza. en mi casa somos 5 y es jodido, porque tengo momentos de soledad a mansalva, y lo peor es que los hay con gente en casa.

pero bueno, a veces esos momentos se pueden solucionar con un zumbido ^^