martes, 27 de enero de 2009

Pensando de qué va ese ser que me mira desafiante en el espejo... se nota que se odia, percibo claramente la tristeza en el fondo de sus ojos. Parece echar algo de menos... algo que nunca tuvo, quizas. Parece que se resiste a perder la esperanza, me dice que jamás dejará ese deseo, me cuenta con sus ojos que está dispuesto a herirse hasta lo más profundo, que nunca olvidó. Y que no está dispuesto a hacerlo.
Sostengo la mirada a ese ser, que me dice con sus ojos que desea dejar de ser persona, dejar de ser parte de el barullo, de la prisa, del tiempo. No le conozco apenas, pero me es tan familiar... Tan sólo reconozco en su rostro el atisbo del deseo de ser alguien mejor, de no desear las estrellas y no tener valor de ir a por ellas. De ser un simple lobo que aulla a la luna con temor.
Ese ser del espejo, está harto de desear lo que no tiene, y despreciar lo que posee. Quizá, su problema, es que no sabe lo que quiere, eso diría cualquier persona a quien se le preguntarse. Pero yo, a pesar de no saber muy bien quién es, a pesar de que me cuesta sostenerle la mirada, sé, que su problema, es que sabe lo que quiere.



Conozco la sonrisa brillante de las mañanas
las tardes meyadas,las desdentadas noches
Sé del aullar de gigantes en lumbres de aspa de molino
Sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas
Sé del néctar de las bocas y de su aliento en la nuca
Sé de las palabras inútiles como bolitas de humo
y de camas deshechas como lienzos desflorados
Sé de los bordes cortantes del canto herido
Sé de su demencial cordura
Desconozco,sin embargo
ese rostro,vagamente familiar
que me mira,a cada instante...
...desde el espejo




Poema de Kutxi Romero que recita en la canción El Bueno El Feo Y El Malo de Albertucho

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